La economía alemana se estanca, pero la española va en alza. Hay varias razones para ello. Una causa fundamental: la inmigración.
Mientras que cada vez más empresas alemanas recortan puestos de trabajo, en España reina la confianza. La economía del país del sur de Europa crece con fuerza, a diferencia de Alemania y otros países de la zona euro. El año pasado, el PIB creció un 3,2% y el Gobierno prevé un aumento del 2,8% para 2025. La Comisión Europea confía en que España alcance un crecimiento económico del 2,6%. A modo de comparación: la economía alemana se contrajo en 2024 y se espera un crecimiento raquítico para este año.
España es además el segundo mayor receptor de fondos de la UE del programa Next Generation EU, que se destinan a inversiones en ámbitos como las infraestructuras, las energías renovables y la digitalización. El país apostó pronto por la energía eólica y solar, que son baratas, y por eso tiene unos costes energéticos bajos.
La migración desempeña un papel fundamental. Esto es especialmente notable porque España se vio muy afectada por la crisis financiera y económica mundial que comenzó en 2008 y sufrió una gran ola de emigración, especialmente de jóvenes.
Gran inmigración
Pero esos tiempos han pasado. Mientras que otros países europeos apuestan actualmente por el aislamiento, España opta por un enfoque más liberal en materia de inmigración. Según el think tank Real Instituto Elcano, desde el final de la pandemia del coronavirus, cada año emigran a España 600.000 personas, principalmente procedentes de América Latina. El idioma común y las redes existentes facilitan la integración en el mercado laboral.
Según el grupo de expertos, varios sectores económicos dependen de los inmigrantes. En los servicios domésticos, el 72% de los empleados son inmigrantes, mientras que en la hostelería lo son el 45%. También hay muchos inmigrantes trabajando en el sector de la construcción.
Sin embargo, el nivel educativo medio de los inmigrantes es bajo. Trabajan principalmente en profesiones que requieren pocas cualificaciones. Debido a la migración, el número de empleados ha alcanzado un máximo histórico, lo que estimula el consumo y, con ello, el crecimiento económico.
Según el banco español BBVA, la inmigración es también una razón fundamental para el crecimiento de la economía española. Mitiga las consecuencias del cambio demográfico. La jubilación de la generación del baby boom provocaría un fuerte descenso de la población activa sin la inmigración, lo que afectaría tanto al crecimiento económico como a la sostenibilidad del estado del bienestar.
Sin embargo, no basta con que los inmigrantes trabajen principalmente en profesiones poco cualificadas. Según el banco, se debe dar más importancia a la cualificación de los inmigrantes. El objetivo debe ser que los inmigrantes contribuyan plenamente al progreso de una economía en transformación, marcada por la digitalización, y a una mayor productividad.
Traducción del artículo original publicado el 29 de septiembre de 2025 en el portal alemán de NTV.