viernes, 22 de agosto de 2025

España reduce la jornada laboral sin modificar el salario: Italia no puede permitírselo

El Gobierno español da luz verde al paso de 40 a 37,5 horas para la semana de 4 días. Pero en Italia, la baja productividad y los bajos salarios no ayudan.



El Gobierno español da el paso definitivo en uno de los puntos principales de su programa político: la reducción de la jornada laboral semanal ordinaria de 40 a 37,5 horas sin reducción salarial, una medida aprobada por el Consejo de Ministros. “Hoy contribuimos a que las personas sean un poco más felices”, declaró la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, refiriéndose, por ejemplo, a todas aquellas personas “que casi no pueden estar con sus hijos simplemente porque no tienen tiempo”. La norma también incluye un “registro” digital para llevar un cálculo eficaz de las horas efectivas de trabajo, así como el derecho a la “desconexión digital” de los empleados fuera del horario laboral.

 

La oposición de los empresarios

 

Técnicamente, la medida aprobada es un “proyecto de ley”, que ahora comenzará su tramitación parlamentaria. Sin embargo, por el momento, los grupos políticos representados no han dado al Gobierno garantías de que la norma, ya rechazada durante la larga fase de debate público a la que ha sido sometida en los últimos meses, cuente con el apoyo suficiente por parte de las principales asociaciones de empresarios.

 

La productividad

 

En Italia, el debate sobre la reducción de la jornada laboral está estancado. En 2023, algunas empresas dieron el paso con acuerdos empresariales: es el caso de Intesa Sanpaolo, Lamborghini y Luxottica. Cada grupo con fórmulas diferentes diseñadas a medida. El convenio de los bancos previó la reducción de la jornada semanal en 30 minutos. Pero la reducción de la jornada laboral con el mismo salario no se está imponiendo como una solución para todos. Y la razón es muy simple: la productividad, es decir, la producción por cada hora trabajada, en Italia aumenta a cámara lenta, menos que en otros países europeos. Y para poder permitirse una reducción de la jornada laboral con el mismo salario se necesitaría un aumento de la productividad.

 

Los salarios

 

Pero no es solo eso. A la reducción de la jornada laboral se suma también la reducción de los salarios reales, que hoy son en Italia un 8% más bajos que en 2021. Si los salarios son bajos y cuesta llegar a fin de mes, la gente tiende a pedir horas extras para redondear. Sin contar las jornadas reducidas. Los empleos a tiempo parcial involuntarios representan alrededor del 60%: también en este caso, los empleados (incluidas las mujeres, a pesar de la mayor carga de trabajo gratuito en casa) piden trabajar más. En resumen: la reducción de la jornada laboral con el mismo salario es algo que hay que poder permitirse. Es imprescindible partir de una alta productividad y buenos salarios. Y los españoles han avanzado en este sentido en los últimos años.


Traducción del artículo original publicado el 8 de mayo de 2025 en Corriere della sera.

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