viernes, 31 de octubre de 2025

España envía al rey a una ofensiva diplomática en China

La próxima visita de Estado del rey Felipe VI pone de relieve las cordiales relaciones entre Madrid y Pekín en medio de las tensiones entre Estados Unidos y China.



El rey de España viajará a China el próximo mes como parte de los esfuerzos de su país por reforzar los lazos con Pekín, convirtiéndose en el primer monarca europeo en emprender un viaje de este tipo en siete años.

 

Según fuentes cercanas al asunto, la Casa Real se dispone a anunciar una visita de Estado del rey Felipe VI en noviembre, en una iniciativa que, según funcionarios españoles, subraya el "altísimo nivel" de las relaciones entre España y China.

 

La visita del rey ha sido organizada por el gobierno de izquierdas del presidente Pedro Sánchez, que lidera la administración más abiertamente favorable a China de Europa occidental, ya que busca fortalecer los lazos económicos con el país a pesar de la presión de Washington para que se mantenga distante.

 

"Asia era la región en la que España no tenía presencia histórica. Si se quiere tener una política exterior global, hay que hablar con todos, especialmente con China y la India", declaró José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores español, al Financial Times.

 

El presidente estadounidense Donald Trump ha mantenido una relación llena de altibajos con Pekín desde su regreso a la Casa Blanca. Las tensiones se suavizaron en el último capítulo, el jueves, cuando Trump y el presidente chino Xi Jinping acordaron posponer los controles a la exportación de tierras raras y chips como parte de un acuerdo comercial de un año.

 

A principios de este año, Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, advirtió a Madrid que alinearse más estrechamente con China "sería como cortarse el cuello". No repitió la advertencia en su visita a Madrid en septiembre, cuando España acogió las conversaciones entre Estados Unidos y China que allanaron el camino para la tregua comercial del jueves.

 

Albares insistió en que el acercamiento a China no significaba que España se estuviera distanciando de Estados Unidos. "Tenemos un buen diálogo con China. Tenemos una alianza con Estados Unidos", declaró.

 

Mientras que el rey de España realizará su primera visita a China en 11 años en el trono, Sánchez ya se ha reunido con Xi tres veces en menos de tres años.

 

En los últimos años, la UE ha tomado medidas más agresivas contra las exportaciones subvencionadas de China y ha insistido en una mayor transferencia de tecnología. Sin embargo, algunos gobiernos han tenido dificultades para encontrar el equilibrio adecuado, y el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, se ha visto obligado recientemente a cancelar un viaje a China debido al aumento de las tensiones.

 

El monarca español estará acompañado por un nutrido grupo de líderes empresariales de sectores como el automovilístico, el alimentario, el energético y el farmacéutico, según un responsable empresarial. Su viaje coincide con el 20º aniversario de la "asociación estratégica global" acordada por Madrid y Pekín.

 

El último miembro de la realeza europea que realizó una visita de Estado a China fue el rey de Noruega en 2018.

 

España está deseosa de atraer inversiones de fabricantes chinos de alta gama, especialmente en el sector de los vehículos eléctricos, donde considera que la tecnología china es clave para garantizar el futuro de la industria española.

 

Madrid también quiere exportar más a China. En los primeros ocho meses de 2025, España tuvo un déficit comercial con China de 26.900 millones de euros, lo que supuso el 77% de su déficit total de 35.100 millones de euros.

 

Las fábricas construidas por China, como la planta de baterías de 4.000 millones de euros que CATL tiene previsto construir cerca de Zaragoza, tienen el potencial de reducir las importaciones procedentes de China y, al mismo tiempo, crear puestos de trabajo. Sin embargo, los responsables sindicales y los expertos en China han advertido de que las empresas chinas se mostrarán reacias a compartir sus secretos tecnológicos.

 

El compromiso de España con China se ha caracterizado por la ausencia de disensiones internas. Por el contrario, la política de China en el Reino Unido, Francia y Alemania ha suscitado acalorados debates sobre cómo equilibrar los intereses económicos con las preocupaciones sobre la seguridad y la excesiva dependencia de Pekín.



Madrid resistió la presión de Estados Unidos después de que los jefes de los comités de inteligencia del Congreso estadounidense criticaran al Gobierno español por firmar un contrato de 12 millones de euros para utilizar hardware de Huawei para almacenar escuchas telefónicas, advirtiendo que estaba "jugando con fuego" y poniendo en riesgo la seguridad nacional.

 

España también está en el punto de mira de Trump por rechazar su exigencia de destinar el 5% de su PIB a defensa, algo que todos los demás aliados de la OTAN han aceptado. Este mes, Trump ha planteado la posibilidad de expulsar a España de la OTAN o castigarla con aranceles.

 

Los funcionarios españoles afirman que no tienen más remedio que establecer lazos con China, ya que la era "unipolar" de la hegemonía estadounidense ha terminado y España necesita mantener buenas relaciones con potencias emergentes como India, Brasil y los Estados del Golfo.

 

Sin embargo, algunos expertos advierten que España corre el riesgo de encerrarse en una relación de dependencia.

 

Juan Luis Manfredi, profesor titular de política exterior en la Universidad de Castilla-La Mancha, afirmó: "China es una potencia neocolonial que intenta aumentar su poder de negociación en cuestiones europeas a través de España, y puede hacerlo porque necesitamos dinero, necesitamos financiación".

 

«España no está en condiciones de plantar cara a China porque carece de capacidad política. No tiene capacidad para coordinar el poder militar, la política exterior y la ayuda», añadió Manfredi.

 

Los funcionarios chinos reprenden habitualmente a sus homólogos europeos por no ser más independientes de Estados Unidos en su política exterior. Durante una visita a Europa el año pasado, Xi elogió profusamente a los Gobiernos de Serbia y Hungría, favorables a China.

 

Charles Powell, director del Real Instituto Elcano, un think-tank, defendió la postura de España respecto a China y señaló que la UE estaba dividida sobre cómo tratar con la potencia asiática. "Así que, en realidad, todo el mundo está rompiendo filas. España... no se encuentra ni entre los miembros más conciliadores ni entre los más beligerantes".

Traducción del artículo original publicado el 31 de octubre de 2025 en Financial Times.

domingo, 26 de octubre de 2025

La investigación por fraude fiscal de CVC amenaza con sacudir el sector de la inversión privada en España

La demanda se centra en los beneficios obtenidos por un importante operador bursátil y en el uso de sociedades holding extraterritoriales por parte de la empresa.

Un ejecutivo de CVC, uno de los negociadores más poderosos y discretos de España, ha sido objeto de atención pública debido a una investigación fiscal sobre un acuerdo sanitario multimillonario.
 
Javier de Jaime Guijarro, un peso pesado de CVC con una fortuna personal de al menos 500 millones de euros, está siendo investigado por un tribunal español por acusaciones de fraude fiscal que amenazan con sacudir el sector del capital riesgo en España.
 
Según documentos judiciales a los que ha tenido acceso el Financial Times, la fiscalía afirma que De Jaime y CVC defraudaron al Estado español más de 350 millones de euros al clasificar los beneficios de las inversiones como ganancias de capital en lugar de ingresos y al utilizar sociedades holding en el extranjero.
 
Las acusaciones se centran en prácticas que son fundamentales para el capital privado en todo el mundo, pero que son menos conocidas en España, donde los grupos de compra se etiquetan habitualmente como "fondos buitre", incluso por parte del Gobierno socialista.
 
De Jaime, que se incorporó a CVC en 1997, es uno de los negociadores más importantes del grupo a nivel mundial. Cuando la empresa salió a bolsa el año pasado, poseía más de 500 millones de euros en acciones, una participación personal solo superada por los tres fundadores de CVC y su director ejecutivo, Rob Lucas.
 
El español, socio gerente que supervisa las operaciones de compra en su país natal e Italia, es un poderoso agente detrás de varias marcas de gran renombre. Fue una de las fuerzas impulsoras detrás de las inversiones de CVC en la primera división de fútbol española, La Liga, la empresa eléctrica Naturgy y Deoleo, la empresa propietaria de marcas de aceite de oliva con bajo rendimiento, entre las que se incluyen Bertolli y Carbonell.

Los problemas fiscales de De Jaime comenzaron después de que CVC obtuviera una enorme ganancia inesperada con la venta, hace ocho años, de la cadena hospitalaria Quirónsalud, en una de las operaciones de capital riesgo más exitosas de España.

La aventura sanitaria comenzó en 1998, cuando CVC pagó 85 millones de dólares, incluida la deuda, para adquirir una pequeña cadena sanitaria española llamada Recoletas. Más tarde la vendió y luego la volvió a comprar, renombrándola como IDC Salud y fusionándola con el grupo hospitalario privado Quirón y otros.
 
Cuando CVC vendió Quirónsalud al grupo hospitalario alemán Fresenius Helios en 2017, recibió 5760 millones de euros y declaró unos beneficios de casi 2900 millones, según una persona familiarizada con el asunto.
 
Si CVC siguió la estructura de incentivos estándar en el capital riesgo, la empresa y sus ejecutivos se habrían repartido el 20% de los 2900 millones de euros, y el resto habría ido a parar a los inversores del fondo.
 
Es probable que De Jaime se haya embolsado personalmente decenas de millones, según una estructura de incentivos de CVC revelada anteriormente por el Financial Times.

La autoridad fiscal española abrió una investigación sobre la transacción en 2021. Sus conclusiones se remitieron a la fiscalía, que elaboró una acusación que sirvió de base para que un juez decidiera abrir una investigación en la Audiencia Nacional española el mes pasado.
 
De Jaime está acusado de cometer cuatro delitos en sus declaraciones de impuestos personales entre 2015 y 2018, según la orden judicial del juez. CVC está acusada de 13 delitos fiscales. El juez de instrucción decidirá si el caso irá a juicio una vez que se complete la investigación.
 
"La naturaleza exacta y las circunstancias de dichos actos, así como las personas implicadas, aún no se han determinado por completo", escribió el juez.
 
Pero, como desafío frontal a algunas de las prácticas centrales del capital riesgo, hay quien afirma que el caso CVC podría desestabilizar el sector en España.
 
De Jaime declaró parte de sus participaciones en beneficios como ingresos por empleo y otra parte como ingresos por inversiones, una decisión que, según la persona citada, la autoridad fiscal española consideró errónea.
 
Los abogados especializados en capital riesgo afirman que el tratamiento fiscal de los intereses devengados era una zona gris en España en el momento de la salida de CVC. El tipo impositivo máximo sobre las ganancias de capital en España es actualmente del 30%, mientras que el tipo máximo sobre los ingresos por empleo, que varía según la región, puede alcanzar hasta el 50%.
 
Un abogado afirmó que no fue hasta 2023 cuando las reformas de la normativa dejaron claro que todos los intereses devengados debían tratarse como ingresos por empleo. Sin embargo, añadió que ahora solo se grava la mitad de la ganancia, lo que significa un tipo impositivo efectivo sobre los intereses devengados de alrededor del 25%, dependiendo de la región.

 
La otra parte clave del caso CVC se centra en el uso de sociedades holding fuera de España.

Quirónsalud era propiedad de una entidad holandesa que, a su vez, era propiedad de dos entidades luxemburguesas. CVC declaró impuestos en los Países Bajos, pero no pagó ninguno en España debido a un tratado de doble imposición entre ambos países, según la persona familiarizada con el caso.
 
La autoridad fiscal española ha argumentado que la estructura de holding del grupo hospitalario debería ignorarse, lo que significaría que el fondo CVC con sede en Luxemburgo estaría obligado a pagar el impuesto sobre la renta en España por recibir ingresos de la venta de una empresa española, aunque sea como no residente.
 
Un asesor fiscal afirmó que, por lo general, no se obtiene una ventaja fiscal significativa al utilizar entidades holding holandesas en lugar de españolas. El asesor señaló que las autoridades españolas también estaban investigando a otras empresas de capital riesgo por la estructura de sus transacciones.
 
Según los abogados, el uso de entidades holding luxemburguesas era habitual, ya que los prestamistas de las empresas de capital riesgo a menudo las exigían, ya que las leyes del país garantizaban una sólida protección de sus derechos.
 
La transacción de CVC contenía otro giro: por encima de las entidades luxemburguesas había fondos en las Islas Caimán, un reputado paraíso fiscal, según la persona familiarizada con el caso.
 
De Jaime y CVC se negaron a hacer declaraciones. Sin embargo, la empresa afirmó el año pasado en un folleto previo a su oferta pública inicial que el fondo en cuestión impugnaba "enérgicamente" el caso en su contra y que la empresa creía que la probabilidad de que la autoridad fiscal "prevaleciera en última instancia era baja".
 
Si la investigación judicial da lugar a cargos formales, la empresa y De Jaime se enfrentan a la posibilidad de tener que explicar sus prácticas en el incómodo entorno de una sala de audiencias.

Traducción del artículo original publicado el 26 de octubre de 2025 en Financial Times

sábado, 25 de octubre de 2025

Replanteando el comercio mundial

Ante el impacto de las políticas de Donald Trump, Europa, al igual que otras partes del mundo, no tiene más remedio que replantearse de forma radical sus normas comerciales. En pocas palabras: si Europa no renuncia urgentemente a su amor por el libre comercio, corre el riesgo de sufrir un desastre social e industrial sin precedentes, y el planeta también se verá afectado. 

A la hora de fijar los aranceles, Trump ha seguido una lógica estrictamente nacionalista (como centrarse en el superávit comercial bilateral de Estados Unidos) y bastante caótica, cambiando a menudo de rumbo por capricho. Se necesita el enfoque contrario: los aranceles deben fijarse sobre la base de principios universales y predecibles.

 

La primera razón para aplicar aranceles es que el transporte internacional de mercancías genera una contaminación que representa el 7% de las emisiones mundiales. Los economistas han subestimado durante mucho tiempo este coste medioambiental, utilizando un valor bajo para la tonelada métrica de carbono (entre 100 y 200 euros). Sin embargo, el agravamiento del calentamiento global ha llevado a una reevaluación. Los costes derivados de las emisiones (catástrofes naturales, descenso de la actividad económica, etc.) se estiman ahora en unos 1000 euros por tonelada, si no más, sin tener en cuenta siquiera la pérdida de bienestar y los costes no económicos. Utilizando este valor, sería necesario aplicar aranceles medios de alrededor del 15% a los flujos comerciales mundiales para compensar el calentamiento vinculado al transporte de mercancías, con variaciones significativas en función del tipo de mercancías.



La segunda justificación para los aranceles es el dumping social, fiscal y medioambiental. Algunos países aplican regulaciones menos estrictas que otros, lo que permite a los productores establecidos en ellos perjudicar a sus competidores. En términos prácticos, China representa actualmente el 30% de las emisiones mundiales, y las emisiones exportadas constituyen alrededor del 20% de esta cifra (o el 6% del total mundial). A 1000 euros por tonelada, se necesitarían aranceles medios de alrededor del 80% sobre las exportaciones chinas para compensar este coste medioambiental. Si nos centramos únicamente en las emisiones netas exportadas (tras restar las emisiones importadas), que representan alrededor del 10% de las emisiones de China (el 3% del total mundial), los aranceles necesarios serían de alrededor del 40%.

 

Pasemos ahora al dumping social. Los salarios representan el 49% del producto interior bruto en China, frente al 64% en Europa. Esto distorsiona la competencia y requeriría aranceles compensatorios de alrededor del 15%. Se puede hacer un cálculo similar para el dumping fiscal, especialmente en lo que respecta a los impuestos de sociedades y las subvenciones estatales.

 

Al igual que con el carbono, el objetivo no es penalizar a China per se, sino animarla a pagar mejores salarios, momento en el que se podría eliminar el impuesto compensatorio. China no tiene necesidad de acumular superávits comerciales infinitos; primero debería continuar con sus planes de descarbonización (que están más avanzados que en Estados Unidos, por ejemplo) y aumentar los salarios y la demanda interna. A largo plazo, si Estados Unidos no cambia de rumbo, Europa y China tendrán que imponerle sanciones significativas.

 

En cualquier caso, los aranceles no son un fin en sí mismos: puede prescindirse de ellos si se establecen acuerdos vinculantes para alcanzar los mismos objetivos. También pueden sustituirse por sanciones financieras específicas si estas resultan más eficaces. Las cantidades exactas deben determinarse tras un debate democrático exhaustivo, llevado a cabo de forma transparente, idealmente en el marco de asambleas transnacionales.

 

Lo que es seguro es que las cantidades en juego son potencialmente muy elevadas: entre un 50% y un 100% de aranceles para compensar las externalidades negativas asociadas al transporte de mercancías y al dumping. En comparación, se prevé que el modesto mecanismo europeo de ajuste en frontera por emisiones de carbono genere apenas 14.000 millones de euros al año para 2030, es decir, el 2% de las importaciones chinas y el 0,5% del total de las importaciones procedentes de fuera de Europa. Seamos sinceros: esto no tendrá ningún efecto tangible en los flujos comerciales. Afirmar lo contrario conducirá a una amarga decepción.

 

Hay dos factores poderosos que podrían impulsar a Europa a cambiar de rumbo. En primer lugar, las presiones sociales y políticas derivadas de la nueva ola de pérdidas de puestos de trabajo industriales que se avecina. En segundo lugar, la urgente necesidad de ingresos fiscales para devolver el préstamo europeo de 2020 y financiar nuevos gastos. Los aranceles podrían ayudar a satisfacer estas necesidades.

 

La principal dificultad radica en que Europa continúa profundamente comprometida con el libre comercio absoluto. La Unión Europea reconoce la importancia de promover un desarrollo sostenible y justo, incluso en los artículos fundacionales de sus tratados. Pero a la hora de actuar, duda en alejarse demasiado del libre comercio absoluto, por temor a desencadenar una espiral proteccionista sin fin. Este argumento de la caja de Pandora es comprensible, pero no está exento de hipocresía (se utilizó hace un siglo para oponerse a cualquier forma de fiscalidad progresiva y, afortunadamente, desde entonces se ha superado) y, sobre todo, ya no se adapta a los retos actuales.

 

Quizás sea necesario adoptar medidas unilaterales para superar estos bloqueos, y que algunos países adopten medidas nacionales para protegerse del dumping social y medioambiental. Si tomamos el ejemplo de Estados Unidos, es posible que este tipo de iniciativa provenga de la derecha y de los nacionalistas, lo que sería lamentable, ya que la lógica excluyente de ese bando político no resolverá ninguno de los retos sociales ni el sentimiento de abandono que explota para ganar poder. Es hora de que la izquierda, en Europa y en todo el mundo, aborde la cuestión del comercio sostenible y justo y presente un plan de acción ambicioso.


Traucción del artículo original publicado el 7 de octubre de 2025 en el Blog de Thomas Piketty en Le Monde.

domingo, 19 de octubre de 2025

Los altos costes de la revolución de las energías renovables en España

Se necesitan más baterías


España es un país que casi no tiene petróleo ni gas propios, lo que hasta hace poco era una desventaja. Pero en una década, el país ha transformado su matriz energética. La energía eólica y solar representan ahora más del 40% del suministro total de electricidad. En una tierra con abundante sol, la cuota de la energía solar está destinada a seguir aumentando. España no sólo se ha convertido en líder mundial en la transición energética, sino que las energías renovables han reducido el coste de la generación de las mismas. Los responsables del Gobierno de centroizquierda de Pedro Sánchez promocionan la energía barata como un factor del fuerte crecimiento económico del país y destacan una serie de proyectos para centros de datos que consumen mucha electricidad.



Aunque esta revolución ha sido un éxito, no está exenta de problemas. Esto quedó patente en abril, cuando una subida de tensión en una planta solar de Extremadura provocó el cierre repentino de toda la red, lo que causó un corte de electricidad de hasta 12 horas en toda la península ibérica. La búsqueda de culpables que siguió generó más polémica que soluciones. Lo que está claro es que el apagón puso de manifiesto fallos tanto técnicos como normativos. La urgencia de solucionarlos quedó patente este mes cuando Red Eléctrica, la empresa estatal propietaria de la red y encargada de gestionar todo el sistema, informó de más fluctuaciones de tensión y dijo que necesitaba permiso para cambiar sus procedimientos operativos.

 

Los expertos del sector señalan dos problemas principales. En primer lugar, el suministro eléctrico ha crecido mucho más rápido que la demanda, que alcanzó su punto álgido en 2007, antes de la crisis financiera. Por un lado, según un economista especializado en energía, el régimen regulador de Red Eléctrica la anima a invertir en exceso en la red de alta tensión. Por otro lado, la economía española es hoy más eficiente en el uso de la energía que antes: industrias que consumían mucha energía, como la del aluminio, han cerrado debido a los altos costes del pasado. Además, los vehículos eléctricos han tardado en extenderse en un país con grandes distancias y una red de recarga escasa.

 

El segundo problema es que el suministro de energía solar, que suele ser mayor a mediodía, cuando la demanda es menor, no ha ido acompañado de una inversión suficiente en tecnologías de almacenamiento y estabilización, como las baterías. Las energías renovables rompen el vínculo entre el precio de la electricidad y el coste del combustible, pero garantizar la seguridad del suministro implica otros costes, según Luis Rouco, ingeniero eléctrico de la Universidad de Comillas. "Estamos en un proceso de aprendizaje".



La solución a corto plazo de Red Eléctrica ha sido aumentar el uso de centrales de gas, que proporcionan un suministro que se puede activar y desactivar rápidamente según sea necesario. El Gobierno también ha tomado medidas urgentes para fomentar la inversión en subestaciones y redes de distribución con el fin de impulsar la demanda.


Gracias a las energías renovables, el precio mayorista de la electricidad fue un 40% más bajo en 2024 que si la matriz energética se hubiera mantenido como en 2019, según un estudio del Banco de España. Pero ahora el precio está subiendo debido al mayor uso de las centrales de gas. Seguirá subiendo a menos que el Gobierno revierta su decisión de cerrar las centrales nucleares españolas entre 2027 y 2035. Estas centrales, que representaban el 19% de la generación en 2024, proporcionan energía barata, limpia y constante. Lejos de abandonar su revolución de las energías renovables, España tiene mucho trabajo regulatorio por delante para completarla.


Traducción del artículo original publicado el 16 de octubre de 2025 en The Economist.

viernes, 10 de octubre de 2025

Trump critica a España por ser un "rezagado" en el gasto de la OTAN. Madrid responde que es un aliado "leal"

La ministra de Defensa española ha defendido el compromiso del país con la OTAN después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, sugiriera expulsar a España por no gastar lo suficiente en su ejército.

La ministra de Defensa española ha defendido el compromiso de su país con la OTAN después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, planteara la idea de que el país del sur de Europa debería ser expulsado de la alianza militar por no gastar lo suficiente en sus fuerzas armadas.



En declaraciones realizadas el jueves durante una reunión con el presidente finlandés, Alexander Stubb, en el Despacho Oval, Trump afirmó que España era un "rezagado" y que debía presionarse para que gastara más en su ejército.

 

"Vais a tener que empezar a hablar con España", dijo Trump. "Tenéis que llamarles y averiguar por qué son unos rezagados. No tienen excusa para no hacerlo, pero no pasa nada. Quizás deberíais echarles de la OTAN, francamente".

 

Trump se refería a que España es el único miembro de la alianza de 32 naciones que no se ha comprometido a aumentar el gasto militar hasta el 5% del PIB, según el acuerdo alcanzado en junio. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, consiguió una exención de última hora, afirmando que España solo gastará hasta un 2,1%, lo que calificó de "suficiente y realista".

 

La ministra de Defensa española, Margarita Robles, declaró el viernes a los periodistas en Madrid que "no estamos preocupados".

 

"Creo que el presidente Trump debe saber que España es uno de los aliados comprometidos y leales (de la OTAN)", afirmó.

 

España, la cuarta economía más grande de la eurozona, fue el país que menos gastó en la OTAN el año pasado, según las estimaciones de la alianza, con un gasto en defensa de alrededor del 1,28% de su PIB. En abril, Sánchez anunció que el país alcanzaría el 2% este año, por lo que fue criticado por algunos aliados de izquierda.

 

Su gobierno de coalición de izquierdas ya tenía dificultades para comprometerse a destinar el 2% del PIB a defensa cuando Trump exigió un aumento mayor, hasta el 5%.

 

España se unió a la OTAN en 1982 y entró en su estructura militar en 1999.

 

Madrid afirma que compensa la diferencia de gasto con su disposición a desplegar tropas en misiones de la OTAN. El ejército español participa actualmente en misiones de la alianza en Letonia, Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria y Turquía, entre otros países. También es uno de los países que apoyan a Ucrania y le ha enviado ayuda militar y humanitaria durante la invasión a gran escala de Rusia.


Traducción del artículo original publicado el 10 de octubre de 2025 en The Washington Post.

sábado, 4 de octubre de 2025

La economía española está en auge, no así la alemana

La economía alemana se estanca, pero la española va en alza. Hay varias razones para ello. Una causa fundamental: la inmigración.

 

Mientras que cada vez más empresas alemanas recortan puestos de trabajo, en España reina la confianza. La economía del país del sur de Europa crece con fuerza, a diferencia de Alemania y otros países de la zona euro. El año pasado, el PIB creció un 3,2% y el Gobierno prevé un aumento del 2,8% para 2025. La Comisión Europea confía en que España alcance un crecimiento económico del 2,6%. A modo de comparación: la economía alemana se contrajo en 2024 y se espera un crecimiento raquítico para este año.



España es un rayo de esperanza en la zona euro. En consonancia con ello, la solvencia crediticia del país aumenta, mientras que las agencias de calificación rebajan la de Francia. Hay varias razones que explican el auge de España. La cuarta economía más grande de la zona euro se beneficia del floreciente negocio del turismo, que contribuye con más del 13% al rendimiento económico. Este año se espera un nuevo récord de viajeros. La economía española, liderada por el turismo, está muy orientada a los servicios. Alemania, por el contrario, depende de las industria exportadora y se ve especialmente afectada por los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump y el debilitamiento del mercado chino.

 

España es además el segundo mayor receptor de fondos de la UE del programa Next Generation EU, que se destinan a inversiones en ámbitos como las infraestructuras, las energías renovables y la digitalización. El país apostó pronto por la energía eólica y solar, que son baratas, y por eso tiene unos costes energéticos bajos.

 

La migración desempeña un papel fundamental. Esto es especialmente notable porque España se vio muy afectada por la crisis financiera y económica mundial que comenzó en 2008 y sufrió una gran ola de emigración, especialmente de jóvenes.

 

Gran inmigración

 

Pero esos tiempos han pasado. Mientras que otros países europeos apuestan actualmente por el aislamiento, España opta por un enfoque más liberal en materia de inmigración. Según el think tank Real Instituto Elcano, desde el final de la pandemia del coronavirus, cada año emigran a España 600.000 personas, principalmente procedentes de América Latina. El idioma común y las redes existentes facilitan la integración en el mercado laboral.

 

Según el grupo de expertos, varios sectores económicos dependen de los inmigrantes. En los servicios domésticos, el 72% de los empleados son inmigrantes, mientras que en la hostelería lo son el 45%. También hay muchos inmigrantes trabajando en el sector de la construcción.

 

Sin embargo, el nivel educativo medio de los inmigrantes es bajo. Trabajan principalmente en profesiones que requieren pocas cualificaciones. Debido a la migración, el número de empleados ha alcanzado un máximo histórico, lo que estimula el consumo y, con ello, el crecimiento económico.

 

Según el banco español BBVA, la inmigración es también una razón fundamental para el crecimiento de la economía española. Mitiga las consecuencias del cambio demográfico. La jubilación de la generación del baby boom provocaría un fuerte descenso de la población activa sin la inmigración, lo que afectaría tanto al crecimiento económico como a la sostenibilidad del estado del bienestar.

 

Sin embargo, no basta con que los inmigrantes trabajen principalmente en profesiones poco cualificadas. Según el banco, se debe dar más importancia a la cualificación de los inmigrantes. El objetivo debe ser que los inmigrantes contribuyan plenamente al progreso de una economía en transformación, marcada por la digitalización, y a una mayor productividad.


Traducción del artículo original publicado el 29 de septiembre de 2025 en el portal alemán de NTV.